Eran sin duda una de las actuaciones destacadas dentro de los Pilares, y el grupo de rock sueco, no sólo no decepcionó al público en su actuación del día 10, sino que nos dejó a todos con la seguridad de haber visto el mejor concierto de todos los Pilares. Con el grupo de heavy español Barón Rojo abriendo el concierto (Dios que mal se oía, no se entendía nada de lo que cantaban, horrible), nadie daba crédito cuando Europe saltaron a escena en segundo lugar por razones desconocidas (se supone que saldrían los últimos tras la actuación de los suaves, pero yo creo que lo hicieron así debido a que Europe al día siguiente tenían otro concierto en Bilbao... o puestos a pensar mal, puede que sea porque el cantante de Los Suaves estaba tan mamao que no podía salir a escena... lamentable el estado en el que apareció tras el concierto de Europe...). La fiesta acababa de comenzar...
El concierto comenzó con Love is not the enemy, sin duda una de las mejores canciones de su último disco, Secreto socierty, por no decir la mejor. Solo con el mero hecho del ímpetu que se le vio al grupo al iniciar el concierto ya podíamos saber que estábamos ante algo grande. El cantante, Joey Tempest, no paraba de moverse y hacer acrobacias con su pie de micro blanco, y mientras, el "guitar hero" John Norum no paraba de hacer virguerías imposibles con su guitarra.
Destacar el uso del megáfono por parte de Joey Tempest en alguna de las partes de esta canción, algo que en mi opinión queda realmente bien.
Tras un escueto: "Buenas noches, Zaragoza", comenzaron Ready or not, el segundo trallazo de la noche, en la cual, Joey se colgó su guitarra eléctrica blanca y demostró también sus buenas dotes como guitarrista.
A destacar el increíble solo que realizó Joh Norum en esta canción, sin duda tiene un virtuosidad magistral a la guitarra.
Superstitious comenzó con una introducción lenta a manos de los teclados y la voz de Joey para después entrar de lleno en la canción, algo más lenta que las dos primeras pero con una gran fuerza. A mitad de la canción, Joey nos hizo cantar a todos repitiendo los gritos que el daba, lo cual metió aún más al público en el concierto.
Tras este genial comienzo de concierto, llegó la primera sorpresa de la noche, un tema que creo que nadie esperábamos: Danger on the track, una canción de su disco "The final countdown", la cual no es nada habitual en sus conciertos y que sonó de maravilla en Zaragoza. Seguramente mucha gente no la conocería, pero fue un gran regalo para los que somos fervientes seguidores del grupo.
Tras ello, Let the children play fue la segunda y última canción que sonó del "Secret Society", algo que nos extraño a todos ya que dejaron fuera hasta su single: "Always the pretenders". Fue una pena, pero supongo que el hecho de tener un horario ajustado hizo que dejaran unas cuantas fuera...
Al finalizar la canción, Joey anunció que iban a tocar una canción de su primer disco, y enseguida comenzó a sonar la introducción a manos de los teclados de la canción Seven doors hotel, el primer single de la carrera del grupo y una canción en la que el público se entregó totalmente, sobre todo en el estribillo en el que Joey nos incitaba a alzar el brazo al ritmo de la música.
Sign of the times fue el siguiente tema que dio algo de respiro a la gente pero que sonó realmente potente, mucho más que en su versión original, predominando el sonido de la guitarra sobre el del piano.
Sign of the times fue el siguiente tema que dio algo de respiro a la gente pero que sonó realmente potente, mucho más que en su versión original, predominando el sonido de la guitarra sobre el del piano.
Tras esa canción, todo el grupo salió del escenario, a excepción de Mic Michaeli en los teclados y Joe Tempest, el cual se colgó su guitarra acústica para brindarnos un par de canciones en formato más "acústico".
La primera canción que nos brindaron así fue una gran sorpresa, una canción que reconozco que al principio me costó reconocer debido a que no me la esperaba para nada. Se trataba de Prisioners in paradise, canción del disco de mismo nombre que realmente fue un estupendo regalo, ya que se trata de una canción que creí que nunca llegaría a oír en directo. Realmente quedaba muy diferente en dicho formato, pero no perdía ni un ápice de su encanto.
La canción que venía a continuación era una de las más esperadas de la noche por el público: Carrie, la gran balada el grupo, la cual ya llevan las dos últimas giras tocándola en este formato más íntimo. Pero esta vez, hubo una sorpresa: Tras el segundo estribillo, coreado al unísono por todos los que estábamos allí, de repente el resto de la banda entró en escena justo en el momento del solo, realizado a la perfección por John Norum. Y tras esa sorpresa finalizaron la canción en su versión antigua con toda la banda tocando, dándole una fuerza indescriptible.
Finalizado el momento "acústico" de la noche, el rock volvió con Wings of tomorrow tema que daba nombre a su segundo disco y que devolvió los saltos y los brazos en alto a la carpa.
Tras la canción, Joey Tempest salió del escenario para dejar a sus compañeros realizar un tema instrumental, comandado por el guitarrista John Norum, el cual nos dejó momentos espectaculares. Al final de dicha canción John Norum la unió con el punteo inicial de la canción Girl from Lebanom, un punteo realmente épico que comienza una canción con un estribillo muy de saltar y de animar a la gente.
Joey Tempest nos preguntó al acabar la canción que si queríamos algo realmente heavy, y entonces anunció que la siguiente canción sería Start form the dark, la cual da nombre al disco que sacaron en 2004, primer disco tras su reunión. He de decir que me gustó mucho cómo sonó este tema.
Seguido de dicho tema llegó uno de los bombazos que no pueden faltar en un concierto de Europe: Rock the night. Y se notó que la gente la esperaba, por ello fue uno de los momentos de la noche en que el público más saltó y cantó, instados sobre todo por Joey Tempest, el cual nos hizo corear el estribillo antes de que John Norum realizara un solo totalmente diferente al de la canción original, pero igualmente intenso.
Con esta canción abandonaron el escenario, pero el público quería más, y enseguida volvieron con otro tema que no podía faltar: Cherokee, la gente se volvió a encender, y no paraban de saltar ni de cantar, y un Joey completamente entregado no hacía más que moverse en el escenario saltando de un lado a otro.
Pero el momento más esperado por la gran mayoría llegó por fin, el archiconocido mundialmente The final countdown hizo su aparición... cosa que a mi me jodía bastante, porque sabía que sería el punto final del concierto. Y qué final... quedarse quieto era más peligroso que saltar, toda la carpa estaba votando en masa, la canción con el riff de piano más famoso del mundo había hecho efecto sobre nosotros haciendo que pudiéramos parar de movernos, y mientras Joey acompañándonos saltando y haciendo virguerías con el pie de micro. El genial solo de la canción como siempre perfecto, y la voz de Joey como si no hubiera pasado el tiempo... Pero ya era el final, no había tiempo para más...
Sin duda fue el gran concierto de Pilares, con un buen sonido, ya que se notaba que el equipo era del propio grupo (sólo hay que ver la diferencia de sonido con Los Suaves y sobre todo con Barón Rojo...) y con unos músicos totalmente entregados que se encontraban ya en el penúltimo concierto de su larga gira.
Me faltaron varios temas, pero ya sabíamos que no iba a ser un concierto completo, es lo que tienen los conciertos con más de un grupo en el cartel... Por lo menos fue una hora y media muy intensa. Además, sabemos que hay Europe para rato, ya que nos anunciaron que nada más acabar la gira volverán al estudio para grabar su nuevo disco... Viva Europe!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario