lunes, 21 de julio de 2008

Crónica Bruce Springsteen en Barcelona 19/7/08


El pasado sábado 19 de julio, Bruce Springsteen demostró en Barcelona en un abarrotado Camp Nou por qué después de tantos años sigue siendo "The boss". Con 56 años a sus espaldas Bruce Springsteen sigue con la vitalidad que podría tener hace 30 años. Bien es cierto que su voz se ha endurecido y quebrado un poco con la edad, pero al poco que la calienta le sobra para realizar esas grandes interpretaciones a las que nos tiene acostumbrados.

En cuanto al escenario que nos tenía preparado para la ocasión, lo de siempre, el escenario más básico que podáis imaginar, una pantalla de fondo y dos a los lados, nada de artificios varios, con Bruce ya es suficiente espectáculo, y precisamente es eso lo que le diferencia de grupos como U2, Motley Crue o Robbie Williams, Bruce Springsteen no necesita el escenario con la tecnología más novedosa del mercado para encandilar a un estadio con 75.000 personas.

El concierto comenzó con una grabación que daba un ambiente circense, mientras que, a la par, iban saliendo de dos en dos los miembros de la E Street band, y finalmente Bruce Springsteen apareció con su famoso saxofonista Clarence Clemons, un hombre de color de gran envergadura. Con los saldos de Bruce y los primeros golpes de batería dio comienzo el concierto con No surrender, el sonido, como es esperable en un estadio tan grande, no era precisamente bueno, pero al cabo de unas canciones fue mejorando hasta llegar a ser realmente bueno. Seguida de esta vino el primer single de Magic, s nuevo disco, la canción, llamada Radio Nowhere metió totalmente a la gente en el concierto. Out in the street provocó la histeria entre el público el cual coreo a más no poder el pegadizo estribillo de la canción. La fiesta siguió con The promised land, con ese toque de armónica tan característico, sin duda es una canción que tiene una gran fuerza. En esta canción Bruce ya empezó a bajar a una plataforma que tenía en la parte delantera del escenario con la cual estaba prácticamente tocando a toda la gente de la primera fila, dándoles la mano y cogiendo los carteles y cosas que le daban, así se pegó gran parte del concierto, e incluso hubo un momento en el que llegó a echarse completamente encima de la gente de las primras filas.
Hungry heart fue muy aclamada y coreada por la gente, al igual que la canción que le siguió, el movido Summertime blues en la cual incluso el saxofonista cantó alguna frase. Tras este demoledor comienzo, Bruce paró de manera muy inteligente un poco el ritmo con Brilliant disguise, la cual cantó muy cerca de su mujer, Patti Scialfa, corista y guitarrista de la banda. Al final de la misma incluso se dieron un beso. Tras ella vino una de las grandes sorpresas de la noche, la famosa balada The river, la cual había cantado muy pocas veces durante la gira, y que el público que estábamos allí le agradecimos. Atlantic city continuó el momento emotivo de la noche, el cual fue roto por la demoledora Candy´s room, la cual he de reconocer que no me sonó del todo bien, pero bueno, la cosa siguió con Janie don´t you lose heart, en la cual, al final de la misma, cogió un cartel que enseño a la cámara para que se leyera en las pantallas grandes lo que ponía. En el cartel ponía "Waitin´" y enseguida arremetieron con Waitin´on a sunny day canción en la cual estuvo la mayor parte del rato abajo con el público, corriendo de lado a lado e incluso tirándose de rodillas al suelo. De nuevo un cartel del público le pedía una canción y Bruce le hizo caso cantando así Backstreets, la cual sonó perfecta. Tras ella vino otro de los grandes momentos de la noche, Because the night. Este gran éxito hizo votar a todo el mundo y dejarse la garganta en el estribillo, el cual sonó potentísimo. Livin´on the future fue otra de las pocas canciones del nuevo disco que interpretó. La verdad es que este tema gana bastante en directo y sonó a clásico de toda la vida. Tras esta llegó Mary´s place con una introducción que sonó a misa gospel y llevando a todo el público prácticamente al éxtasis con el estribillo de la misma. Tunnel of love me sonó a los mejores Simple Minds y con ella llegó uno de los mejores momentos de la noche, The rising dio el pistoletazo de salida a una colección de cuatro canciones seguidas que consiguieron levantar a todo el mundo de sus asientos. Tras The rising vinieron dos canciones del nuevo disco, Last to die, la cual es una de mis favoritas del Magic y que no decepcionó, y Long walk home. Pero ahí no quedaba la cosa, ésta última la unió con su gran éxito Badlands con la cual el estadio ya se vino abajo, todo el mundo saltando y cantando, una locura. Con esta canción la banda salió del escenario, pero poco tardaron en volver a él, interpretando una de las canciones que le pedía la gente con carteles, Jungleland, una larga y preciosa canción con un gran solo de saxofón justo en su mitad. Pero la gran histeria estaba por llegar, y Born to run hizo que todos nos viniésemos arriba, las luces de todo el estadio se encendieron para que se viera bien a la gente saltar. El sonido a estas alturas estaba ya perfecto y todos pudimos disfrutar de una interpretación perfecta de esta canción, con Bruce tocando la guitarra por las primeras filas y dejando que incluso la gente tocase su guitarra. Bobby Jean bajo un poco la intensidad que el concierto había adquirido, pero enseguida con Glory days volvió a recuperarse esa intensidad épica que el concierto estaba teniendo. Si ya parecía imposible que mejorara la cosa, la sorpresa de Dancing in the dark hizo que la euforia aumentara, sin duda es una de las canciones de Bruce que más ánimo pueden meter en el cuerpo. American land parecía que iba a poner broche final a una noche inolvidable, pero la insistencia de la gente, unido a lo bien que se notaba que se lo estaba pasando la banda, hizo que nos regalaran un inmejorable Twist and shout, dentro del cual nos puso a cantar a la gente eso de "Baaaamba baaamba, baaaamba baaamba" (Si, si, la bamba de toda la vida). En ese momento, sin previo aviso, los hijos de Bruce saltaron al escenario, 3 chicas y dos chicos, de los cuales el más mayor igual no superaba los 24 años. La verdad es que se les vió sorprendidos e impresionados al encontrarse de frente con tal cantidad de público.

Con los acordes finales de Twist and shout terminó esta insuperable noche, tres horas del mejor Bruce Springsteen que quedaran grabadas en nuestra memoria para siempre, y es que Bruce, sigue siendo "el jefe", y esperemos que dure muchos años más.


1 comentario:

[-MêMë-] dijo...

Amazing crónica del concierto! Yo no fui por dos razones, una que no podía ir y la otra que aún no era tan fan de Bruce como lo soy ahora, en dos años ha cambiado mucho mi visión de él. Y ahora me arrepiento tanto de no haber ido... me hubiera encantado ver esa Radio Nowhere, esa armónica en The River, esa alegría que te viene cuando escuchas Waitin' on a sunny day, me hubiera encantado ver a Patti y a Bruce juntos con Brilliant Disguise, y ver a sus tres hijos y demás familia en el escenario en Twist and Shout... en fin, que gracias a tu crónica he podido imaginar que estaba allí. Muchas gracias. Ah, y me he paseado por tu blog y me encanta, te agrego a favoritos ^^

Un saludo.

PD: Por si preguntas, no, aún no he ido a ningun concierto de Bruce, aunque me muero de ganas :'(