Loquillo paseó el pasado día 7 de septiembre por la Expo de Zaragoza su espectáculo de rock auténtico de toda la vida que lo ha hecho famoso y lo ha mantenido en lo alto todos estos años. Sin duda Loquillo es un artista que ha dejado huella en muchos grupos españoles posteriores, uno de esos cantantes que crea escuela y bien lo demostró en este concierto, en el cual celebraba sus 30 años sobre los escenarios, estrenando además en esta gira nueva banda tras la disolución el año pasado de su banda de toda la vida: Los trogloditas. Dicha disolución fue a causa de la muerte de Simón, el último Troglodita que quedaba de los fundadores.
El show comenzó con Línea clara, una de las canciones de su nuevo disco, Balmoral. El mal sonido al comenzar, y el hecho de que era mucha gente la que no conocía esta canción hizo que pasará sin pena ni gloria. La segunda canción, Hijo de nadie, ya con un mejor sonido, comenzó a calentar al público y Veteranos, muy pegadiza, empezó a mostrarnos al mejor Loquillo, el cual evidentemente se sentía muy a gusto sobre el escenario. Tatuados trajo un aire más country al concierto, y seguido de esto sonó el que ha sido el primer single de Balmoral, Cruzando el paraiso, una bonita canción que en el disco canta acompañado del cantante con Johnny Hallyday. Tras esta, con la mención especial al hotel zaragozano, Loquillo comenzó a cantar Hotel Palafox de su nuevo disco, una de mis favoritas y que no me decepcionó para nada en directo. Lo siguiente que se nos vino encima fue la canción que da nombre al último disco que sacó con su antigua banda de toda la vida: Los Trogloditas. La canción era Arte y ensayo, la cual vino seguida de dos canciones de su nuevo disco unidas: Sol, segundo y nuevo single del disco, y Memorias de jóvenes airados, Canción pegadiza donde las haya. Yo soy tu hombre fue la canción que trajo la primera de las colaboraciones de la noche. Esta canción fue cantada junto a "el columpio asesino", grupo con el cual Loquillo grabó dicha canción hace un tiempo.
A partir de ese momento, todo fueron sorpresas y canciones clásicas del mejor Loquillo, cosa que la gente agradeció mucho. Rock suave sonó potente, desgarradora, dejando clara la ironía del título de la canción. Las chicas del Roxy animó la fiesta con su estribillo pegadizo y el cual la gente acompañó a pleno grito. La siguiente colaboración llegó de mano de Carlos Segarra, fundador del grupo español: Los Rebeldes, y al cual presentó como "el culpable de que exista uno de los mejores discos de los 80: "Los tiempos están cambiando". Con él interpretó una de las canciones más animada de la discografía de Loquillo: Feo, fuerte y formal, la cual si que consiguió animar del todo a la gente, los cuales ya saltaban, cantaban y levantaban sus puños al aire. Tras esta canción llegó el clásico Todo el mundo ama a Isabel, el cual la gente agradeció, y ya acto seguido llegó Rock and roll actitud uno de los mejores temas de su disco "Arte y ensayo". Con esto salieron del escenario para volver junto con el compositor zaragoza Gabriel Sopeña, con el cual tocó 3 canciones. La primera de ellas fue la versión musical del poema de Jaime Gil de Biedma: No volveré a ser jóven, el cual tiene una letra que habla sobre la juventud que se escapa, un poema realmente bello que quedó muy bien a la voz de Loquillo acompañada de la guitarra acústica de Gabriel Sopeña. La segunda canción fue Antes de la lluvia, parte de la banda sonora de la película española "Mujeres en pie de guerra", la cual compusieron Gabriel y él. Para mi una canción muy bonita y que define muy bien los momentos previos antes de entrar en lucha en una guerra. Y para finalizar, Loquillo tocó también con Gabriel la canción Por amor, otra deliciosa canción que encandiló al público.
Para no frenar el gran momento que vivía el concierto, llegó la que es mi canción preferida de Loquillo: Cuando fuimos los mejores, aunque en una versión más lenta de lo que a mí me habría gustado. En ella, Loquillo ejecutó su típica pose en medio de los dos guitarristas y la bajista ( si, era una mujer), extendiendo el brazo y señalando hacia donde tenían que apuntar con el mástil de sus instrumentos. Lo siguiente que vino fue uno de esos momentos históricos que difícilmente se vuelven a repetir: Loquillo invitó a subir al escenario a Pereza y al gran Jaime Urrutia, cantando todos juntos el gran clásico: Rock and roll star, de la cual cada uno se ocupó de una estrofa. Como presentación de este cúmulo de estrellas en un solo escenario Loquillo dijo: "Hay dos tipos de personas: los que se ganan la vida en la música, y los que se la juegan, estos que estamos aquí hoy, somos de los segundos". Ya tras este genial momento, y con vistas al final del concierto, subió a escena Sabino Méndez, compositor y miembro fundador de Loquillo y Trogloditas. Ya con él en escena interpretaron tres de las canciones más emblemáticas del antiguo grupo: La primera fue El rompeolas, en la cual la gente cantó enérgicamente su pegadizo estribillo. El ritmo del garage hizo que la gente saltara como loca y cantaran cuando más alto en todo el concierto. A destacar en esta canción que en una de sus estrofas Loquillo dijo: "Tu hija no lo dice no..." en vez del típico: "Tu madre no lo dice no..." se nota que los años no pasan en balde y Loquillo lo hace notar en las letras con ironía. Y ya por fin, como puntilla a este gran concierto, tocaron la que seguramente es la canción más emblemática del loco: Cadillac solitario, en la cual se desgañitó en los gritos finales de la misma y nos dejó una gran interpretación de ella.
En fin, que Loquillo después de 30 años en esto sigue mucho más que vivo y con energía para rato... Brindemos por otros 30 años más de Loquillo... y de buen rock and roll
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