Bueno, aquí tenemos la vuelta del grupo de rock ochentero White Lion, no es una vuelta completa, pero, ¿por qué no hacer como que si?. Vale que del grupo original solo queda su cantante, Mike Tramp, pero al escuchar este nuevo álbum vuelves a sentir enseguida el mismo espíritu que tenía la formación original en sus primeros discos.
Esta claro que Mike Tramp ha elegido bien a los músicos que actualmente le rodean, destacando entre ellos el guitarrista Jamie Law, el cual hace que apenas se eche de menos a nuestro querido Vito Bratta.
El disco comienza con la larga (8:44) "Sangre de Cristo", canción con varios cambios de ritmo muy al estilo de la antigua "Lights and thunder" y que encara de frente el tema religioso ("Two thousand years of lies...").
A continuación nos llega un medio tiempo rockero como "Dreams", la cual suena perfecta, y transmite una gran emoción, hablando de qué harías si pudieras ser y hacer todo lo que sueñas.
"Live your life" es una canción rockera muy festiva que devuelve los estribillo alegres y pegadizos de antaño con gran efectividad.
"Set me free" es probablemente la canción que más recuerde de todo el disco a los antiguos White Lion, si la escuchas detenidamente es inevitable llegar a compararla con su antiguo éxito, "Broken heart". Es evidente que el paso del principio acústico a un ritmo rápido mediante un riff rockero, es muy parecido al ya usado en aquella canción. De todas formas se trata de una gran canción y que define muy bien cómo suenan White Lion (La podéis escuchar en el vídeo del final de la entrada).
"I will" es un emotivo medio tiempo con una melodía muy emotiva y que aprovecha enormemente la incorporación del teclista Henning Wanner a la banda.
"Battle at little big horn" es una canción dedicada a esa misma batalla y que de nuevo vuelve a extenderse en duración (7:33). Una canción con riffs de base heavy con un estribillo realmente potente.
"Never let you go" es la primera de las dos baladas del disco, apartado que siempre se le ha dado muy bien a Mike Tramp y que sigue manejando con maestría. Se trata de una canción emotiva que transmite gran sentimiento gracias a la interpretación del cantante y a un estribillo bastante pegadizo.
"Gonna do it my way" suena a himno rockero de los de antes y Mike Tramp lo sabe, dejándose la voz en ella para dar lo mejor de si. Destaca en ella también el genial riff que Jamie Law le ha dado a la canción.
"Finally see the light" es un medio tiempo rockero que vuelve a imprimir el viejo sonido White Lion.
"Let me be me" es una canción rockera muy buena que cuenta con un estribillo muy bien hecho que imprime mucha fuerza a la canción.
Para finalizar nos otorgan un bonus track para la versión europea del disco, que la verdad, es de lo mejor de él. "Take me home" es una canción más que emotiva, interpretada solo por una guitarra acústica (excepto en el solo que aparece la eléctrica ejecutando un buen tapping), unos arreglos de violines y la voz de Mike Tramp, el cual le imprime más sentimiento que nunca.
En resumen, más de lo que se esperaba de su vuelta, un disco muy ameno y potente que podría gustar a un amplio público, aunque tal y como está la promoción musical hoy por hoy no creo que llegue mucho más lejos de los antiguos seguidores de la banda.
Me gustaría mucho poder verlos en directo pero a menos que pasen por Zaragoza creo que me quedaré con las ganas. De momento, se podrá disfrutar de ellos en cuatro ciudades españolas:
3 de julio: Madrid
4 de julio: Villalba (Navarra)
5 de julio: Santiago
6 de julio:Barcelona
Valoración del disco: 4/5
White Lion - Set me free
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