"Te pediría perdón,
si pensara que eso te haría cambiar de idea,
pero sé que esta vez me fui de boca,
fui demasiado hiriente.
Me esfuerzo por reírme,
taparlo con mentiras;
me esfuerzo por reírme,
por ocultar las lágrimas que hay en mis ojos,
porque los chicos no lloran,
los chicos no lloran.
Me pondría a tus pies,
rogándote el perdón;
daría explicaciones,
pero sé que es demasiado tarde.
Y ahora ya no hay nada que hacer.
Así que yo me esfuerzo por reírme
taparlo con mentiras;
me esfuerzo por reírme,
por ocultar las lágrimas que hay en mis ojos,
porque los chicos no lloran,
los chicos no lloran.
Te diría: “Te amo”
si pensara que así te quedarías conmigo,
pero sé que ya no sirve de nada
porque tu ya te has ido.
No supe acatar límites,
me pasé de la raya,
y te di por sentada,
creyendo que sin mí no eras nada.
Ahora haría casi cualquier cosa
para que estés de nuevo junto a mí.
Pero sigo riéndome,
y ocultando las lágrimas que hay en mis ojos,
porque los chicos no lloran,
los chicos no lloran..."
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