Con la llegada de la película “Luna nueva”, la segunda parte de la saga de “vampiros” Crepúsculo se ha vuelto a comprobar una cosa: las mujeres van al cine por el sexo. Si señores, una cosa de la cual hemos sido acusados los hombres durante toda la historia desde que el mundo es mundo resulta que en realidad es al contrario: no tiran más dos tetas que dos carretas sino que dos pectorales tiran más que dos carretas.
A medida que se acercaba este nuevo estreno hemos ido viendo cómo los tuentis de infinidad de chicas se llenaban con fotos de los carteles y sobre todo de los diversos protagonistas masculinos del film encontrando en dichas fotos comentarios como: “esq está tan potenteeeeee”, “este chico es orgásmico!”, “Xo k mirada!!!!! Dios miiiiiiioooooooooo k me da!” y un largo etcétera de demostraciones de que el cromagnon sigue presente en nuestros días.
Siempre se ha acusado a las películas de acción, que supuestamente adoramos los hombres y ellas detestan, de tener un vago argumento y no estar cuidadas, pero se ha dejado claro que si quieres conseguir una recaudación millonaria en la taquilla con una película de guión digno de un chimpancé basta con colocar un par de tíos buenos que se paseen medio desnudos por la película (a pesar de estar en un bosque seguramente a una temperatura inferior a bajo cero) y crear una gran tensión sexual con miradas, gestos raros y frases entre cortadas con suspiros y susurros que en realidad no llegan a decir nada… Este es el ejemplo de Crepúsculo, pero también puedes ir directamente a lo fácil y basar una película en escenas de sexo con diferentes personajes masculinos que vuelvan locas a las adolescentes (y a las no tan adolescentes) en sus respectivas series, como ocurrió recientemente con la nefasta pero taquillera Mentiras y gordas… Tres cuartos de lo mismo podríamos decir de “el duque” en Sin tetas no hay paraíso con su sobreactuada voz de mafosio asmático de 60 años…
En resumen y sin querer extenderme más, las tornas han cambiado y los guionistas lo saben y se aprovechan de ello brindándonos películas cada vez peores pero que reúnen los ingredientes para que miles de fans histéricas acudan al cine para ver a su moderno príncipe azul vampírico y puedan tener sueños húmedos pensando en ellos después en la tranquilidad de sus casas… luego los guarros y machistas seremos nosotros…
P.D. A la única conclusión que llegué con Crepúsculo es que su protagonista no es un vampiro, es un Gusiluz!!
Y de regalo una muy acertada parodia del trailer de Luna Nueva (y si, me estaba aburriendo mucho para llegar a escribir estas chorradas)
viernes, 20 de noviembre de 2009
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