Por fin llegaron los dos conciertos que con más expectativas esperaba de estos pilares, la gira de reencuentro de Héroes del silencio a suscitado mucha espectación en la gente y en el ambiente de Zaragoza se notaba que era el día en que la ciudad se iva a rencontrar con sus héroes, ejércitos de fans mayoritariamente de negro y con camisetas bien vistosas con el genial logotipo del grupo ivan en manada hacia el estadio de la Romareda. Sin problemas para entrar al estadio busque un sito en la grada frente al escenario que allí estaba, más pequeño de lo que lo esperaba e de decir pero de todas formas impresionantes, con cuatro pantallas en las que se veía el símbolo de Héroes en fondo rojo y negro alternativamente. Los dos conciertos fueron prácticamente iguales, a excepción de alguna canción (sólo 2) que intercambiaron en uno y otro, el orden de las canciones fue el mismo. Lo más notable fue la gran diferencia de sonido, he de decir que salí bastante descontento del primer concierto debido a esto ya que todo sonaba muy distorsionado y la voz de Bunbury apenas se podía entender, menos mal que este hecho fue solucionado para el segundo concierto (a mucho pesar de los que solo estuvieron en el primero) y la diferencia fue abismal.
El concierto comenzó puntual (mucho más el segundo día) con la canción introductoria "Song to the siren" seguida por la aparición en dos de las pantallas de las siluetas de los hermanos Valdivia a la guitarra introduciendo la canción "El estanque", con la aparición de Bunbury en el escenario saliendo de entre las dos pantallas con su guitarra acústica el público enloqueció y las pantallas comenzaron a subir a la parte más alta del escenario dejando ver al resto de la banda. He de decir que no veo esta canción como la más adecuada para comenzar un concierto de éste calibre pero no quedo mal. Siguieron con "Deshacer el mundo" la cual sonó potentísima con Bunbury ya sin su guitarra y corriendo de lado a lado del escenario. "Mar adentro" fue una fiesta y "La carta" a pesar de ser menos conocida sonó perfecta acompañada de unos geniales efectos visuales con la letra de la canción como si se tratara de una carta. En este punto Bunbury anunció que ivan a rescatar varias canciones que apenas habían aparecido en sus antiguos conciertos, para el día 10 tocaron "Bendecida" del disco "El espíritu del vino", y para el 12, "Agosto", canción de su primer disco "El mar no cesa",que me encanta y que quedó a la perfección. "La sirena varada" removió aún más a un público ya involucrado totalmente en el concierto (he de decir que, supongo que por la diferencia de sonido, el público estaba mucho más animado el día 12), tras esto Enrique preguntó que si pudiéramos pedir algo al alcalde o a la virgen del pilar qué pediríamos, con lo cual empezaron los primeros acordes de "Opio" con gran colaboración del público en ella.
Tras este trozo del concierto, con Bunbury ya al otro lado de la pasarela que se adentraba en el público terminando en un pequeño escenario, comenzó a presentar a los componentes de la banda, empezando por el batería Pedro Andreu, el cual apareció en el pequeño escenario saliendo de debajo del suelo con su batería y tocando un ritmo al que se añadió el "último indio cherokee del rock and roll", el bajista Joaquín Cardiel, a continuación presentó al que es el segundo guitarra de héroes para esta gira, el hermano de Juan Valdivia, Gonzalo Valdivia el cual se añadió también al ritmo con base bluesera, y por último Enrique presentó al guitarrista Juan Valdivia, y cantó "Es la mala hora... condenado estoy..." sobre el ritmo dado por los cuatro músicos. Con todos ya en el escenario pequeño en medio del público comienzan a tocar "La herida" seguida de en el caso del día 10, "Flor venenosa", y en el día 12, "Fuente esperanza", tras la cual en el día 12 Bunbury dio un susto informando de que necesitaba cinco minutos de descanso ya que estaba fatal de la garganta por un catarro, tras escasos cinco minutos volvieron a aparecer en el escenario con un Bunbury recuperado. "Apuesta por el rock and roll" fue la siguiente canción elegida en la cual Bunbury abogó por que los medios apostaran más por la música y en especial por el rock and roll. "Héroes de leyenda", primer single de Héroes del silencio fue la siguiente canción ,muy aplaudida por todos. Tras ella, Bunbury anunció que ivan a tocar una canción "basada en una historia real", tras lo que comenzó "con nombre de guerra", basada en un encuentro con una prostituta... "No más lágrimas" fue de las mejores de la noche, como para poner los pelos de punta (reconozco que quedó mejor el día 10 debido a que el día 12 en esta canción se noto el resentido estado de voz de Enrique), y tras ella los cinco volvieron al escenario principal con las luces apagadas empezando a oírse un ruido fuerte de ventiladores apareciendo imágenes de los mismos en las pantallas y comenzando de repente el riff de "Nuestros nombres" tocado por Juan Valdivia, canción que sonó potentísima y que con esa intro de los ventiladores yo creo que habría quedado mejor como principio de concierto. "El mar no cesa" fue la siguiente canción (en mi opinión hay muchas otras canciones que deberían haber tocado antes que esta) y tras esta, llegaron seguidos cuatro de los grandes clásicos de héroes: Entre dos tierras, Maldito duende, Iberia sumergida y Avalancha. En el riff de Entre dos tierras la gente empezó a enloquecer y sin duda fue la canción más coreada y en la que más gente saltó del concierto con un Bunbury que no paraba de correr por la pasarela y el escenario, "Maldito duende" con una intro a cargo de Bunbury con la harmónica sonó con gran fuerza y con gran participación del público coreando el "uoh oh oh oh oooooooh oh". "Iberia sumergida" levantó Zaragoza con el estribillo: "Este es mi sitio..." y Bunbury gritando: "¡Si, lo es!", una auténtica fiesta, la cual llegaba a su fin con Avalancha, con Bunbury gritando el nombre de la canción para que los demás comenzaran a tocar, en esta canción en el estribillo aparecieron chorros de fuego en el escenario principal y al terminarla Bunbury dijo las palabras mágicas: "Nosotros somos héroes del silencio..." y, joder, qué bien sentaba oír eso de nuevo. Tras esto se fueron y el público empezó a animar para que salieran de nuevo a escena, y no tardaron en hacerlo...
Con Bunbury encabezando de nuevo con su acústica emprendieron "Oración", a la cual siguió "Tumbas de sal", la cual sinceramente nunca ha sido una canción que me motive mucho pero que sonó bastante fiestera. "La chispa adecuada quiso dar punto final al concierto con la romareda totalmente iluminada por mecheros y móviles y todo el mundo cantando en el estribillo y para finalizar montones de confetis volando desde el escenario pequeño. Pero esto no pudo ser el final, Zaragoza quería más y los héroes volvieron a salir al escenario por segunda vez. "Tesoro" y "Malas intenciones" fueron las canciones elegidas para volver a aparecer y tras estas llegaba el fin, "En los brazos de la fiebre", con Juan y Enrique sentados juntos en el escenario para comenzar, hacía de punto final para la noche, con fuegos artificiales incluidos al final de la canción, puede que el hecho de que apenas se despidieran empañara un poco el final pero desde luego nadie salió descontento del concierto, tanto tiempo esperando la gira del nuevo milenio y ya había terminado, pero bueno, desde luego había merecido la pena la espera, y ciertamente estos dos concierto quedarán en mi memoria por haber cumplido uno de mis sueños de cuando era más pequeño: ver a Héroes juntos en directo.